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Con menos profesores, con más alumnos por aula, con menos recursos económicos para una comunidad educativa que contempla -atónita- cómo se escatima en algo básico y vital para un país como es la educación.
Aunque, bien pensado, no deja de ser una paradoja que las mejores cabezas, los más preparados tengan que dejar el país porque aquí no hay un hueco para ellos. Este hecho constituye -a mi entender- una auténtica hecatombe; algo parecido a lo que ocurrió en la guerra civil con los intelectuales y los investigadores más brillantes abandonando a la fuerza su país. Y lo peor de todo, ante la impasibilidad de los gobernantes y teniendo que escuchar la coletilla de que "es bueno que la gente salga fuera", que lo sería siempre y cuando la formación obtenida allende nuestras fronteras retornara y sirviera para mejorar las industrias, las ciencias y el listón de la investigación nacional.
Y empieza el curso con unos alumnos que han vivido en sus carnes la crisis desde el 2008. Y que tienen que echarle mucha moral a la hora de esforzarse y estudiar porque no es que abunden -precisamente- los ejemplos mediáticos de tesón y motivación.
El curso arranca... la vida sigue.... y la voluntad de conseguir mejor formación y más cualificación se sigue manteniendo en la mayoría de las personas que -este año académico- empiezan o continúan sus estudios.
Dentro de las desventuras sé que sabrás transmitir mucha ilusión a tus alumnos, de eso estoy seguro. Tu visión de la vida y los momentos enriquecen mucho a la gente que te rodea y por lo tanto es fácil pensar que esos alumnos estarán en buenas manos. !!! Que lo pase utd. bien..., D. José !!!..., año 1964..., en las escuelas de Uncastillo. Un abrazo de Javier.
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