No busques la amistad de quienes tienen el alma impura;
no busques la compañía de hombres de alma perversa.
Asóciate con quienes tienen el alma hermosa y buena.
Proverbio budista
En el mundo animal no se como funcionará la cosa pero la mayoría de los humanos dedicamos un montón de tiempo a generar pensamientos de todo tipo.
La forma de proceder de nuestra mente es, ciertamente, curiosa. Normalmente partimos de un recuerdo o de una emoción que, por el motivo que sea, ha llegado a nosotros y de allí derivamos un buen número de pensamientos que se van encadenando hasta el punto que dejamos de advertir cuál ha sido el inicio de todas esas elucubraciones.
Generalmente los pensamientos se encadenan con rapidez y de forma casi automática hasta que perdemos el control de todo ese hilo de cogniciones.
Desarrollar la habilidad y la destreza de controlar la cadena de pensamientos requiere mucho entrenamiento y mucha constancia. Sin embargo los efectos benéficos sobre la persona son indudables.
Está claro que si no queremos generarnos ansiedad, miedo o temor a nosotros mismos deberemos estar alerta a nuestras cogniciones y la cadena de derivaciones que generan. Además habrá que superponer otros pensamientos más racionales para romper cadenas de pensamientos que lo único que hacen es generarnos malestar.
Os puedo decir que yo lo he experimentado personalmente y certifico que uno es capaz de meter en vereda los pensamientos indeseados y distanciarse de los problemas que podrían abrumarlo.
Aquí os dejo varias "píldoras" de información por si queréis profundizar un poco más en este tema (1), (2) y (3)
También me han parecido de interés las explicaciones de Bernardo Stamateas, Doctor en Psicología, Sexólogo clínico, escritor de varios best seller de autoayuda y conferencista internacional.
Quizá los tiempos actuales no favorezcan precisamente la tranquilidad y el sosiego mental para que nuestra mente se tome un respiro de vez en cuando. La hiperestimulación informativa y audiovisual mantienen a nuestro cerebro en una alerta permanente. A veces uno casi añora aquellos tiempos de niño en los que la distracción en familia por las tardes consistía en... rezar el rosario.
Que buen artículo, José Luis, y que buenos enlaces. Cuánto ganarían las sociedades si dedicaran un poco más de interés en en bienestar mental de sus integrantes.
ResponderEliminarSabía que a alguien tan polifacético intelectualmente como tú le interesarían estas reflexiones sobre el funcionamiento de la mente.
ResponderEliminarHay mucho que indagar en este terreno
¡Gracias por tu comentario!
Pues si que es imposible no pensar, que siempre estamos con la mente dando vueltas algún tema.
ResponderEliminarLo bueno es el equilibrio y no dejar que algo te afecte permanente.
Sería todo muy complejo de explicar, pero es un tema muy interesante para abrir caminos en la vida y saber diferenciar.
Saludos.
¡Ahi estamos! La reflexión y la idea de mejora continua constituyen potentes resortes que, sin duda contribuyen a nuestro avance en la vida.
ResponderEliminar¡Un saludo!