¿Pasas más tiempo planeando unas vacaciones que planeando tu vida?
Catherine Pulsifer
Un aditamento importantísimo para el logro de este empeño es compartir mi viaje con amigos y personas conocidas. Sus anotaciones y sus comentarios siempre son de agradecer. Sin lugar a dudas constituyen el mejor refuerzo para mantener viva la iniciativa. Desde estas líneas os traslado mi más ferviente reconocimiento.
La verdad es que configurar tu vida en torno al viaje te proporciona una visión extendida de lo que es la tierra, nuestro planeta y de lo que representan las distintas naciones que la componen. Pero ya diría aún más. Sólo por el hecho de viajar el cuerpo y la mente ya se encuentran en movimiento. El antídoto ideal contra la desidia y la dejadez. La vacuna perfecta contra el abatimiento.
A lo largo de la historia los humanos hemos emprendido numerosos viajes. Unos de exploración, otros de conquista y todo ellos siempre guiados por la curiosidad y el deseo de saber. El mismo motor que, en mi caso, mantiene viva semana tras semana la iniciativa.
Ya sólo faltaba esta perversa epidemia de COVID para que mis viajes virtuales tuvieran -si cabe- más sentido ahora que nuestra libertad de movimiento está -a la fuerza- recortada. Información es lo que sobra en Internet. Tu sólo tienes que seleccionarla. Y luego están los vídeos. A base de indagar en YouTube me he ido encontrando con un montón de viajeros que de forma altruista comparten sus experiencias en la Red ¡Nunca hubiera imaginado que iba a conocer a gente tan interesante!
También me han servido de gran ayuda las redes sociales y, por supuesto mi siempre bien ponderada aplicación Italki que me ha abierto la posibilidad de conversar con ciudadanos de otros países.
Así que ya he decidido que mi viaje no va a terminar con la visita a las 193 naciones del globo. He de continuar. Y ya he previsto que la siguiente meta será viajar por nuestro Sistema Solar. Explorar más a fondo todos y cada uno de los cuerpos celestes más importantes que lo componen. Estudiar sus características más sobresalientes y profundizar en su conocimiento.
Para esta empresa he previsto invertir dos años. Todavía tengo pendiente cómo va a ser la temporización pero la idea es distribuirme la tarea de forma similar a como lo voy haciendo en la visita a los países.
Después viajaré más allá. A la Vía Láctea. Allí visitaré las estrellas más señaladas, los objetos celestes más peculiares y los planetas extrasolares descubiertos hasta la fecha. No se cuanto tiempo invertiré en completar esta misión.
Luego tendrían que venir el Grupo Local de galaxias, el Supercúmulo de Virgo y, finalmente Laniakea. Pero es casi seguro que mi viaje termine antes de haber completado este objetivo por razones obvias.
De manera que ya tengo claro, amigos, que la muerte me encontrará viajando. Un buen posicionamiento para hacer frente a nuestra condición mortal. Una manera feliz de finalizar mis días. Y de emprender otro viaje. Esta vez sin retorno.
Esa terminación del artículo,,,, contundente.
ResponderEliminarMe quedo mejor con la foto y con el título, que suena a placidez y a película bella.
Te animo a que sigas como hasta ahora con tu constancia y motivación, que acabes este viaje, y nos sorprendas con el que quieres comenzar por el sistema solar, allí estaremos para aprender.
Tus planteamientos saldrán bien, un abrazo de Javier.
Estás hecho un figura.
Quería transmitir la inmensa grandiosidad del cosmos y la ingente cantidad de tiempo que me costaría viajar (aunque sea virtualmente) por nuestro vecindario estelar más próximo.
ResponderEliminarPero igual me he pasado.
'One's destination is never a place, but a new way of seeing things' Henry Miller
ResponderEliminarLa magia está en el viaje, no en el destino. El viaje tiene el poder de transformarte de arriba a abajo, hasta ser capaz de ver las cosas desde un punto de vista diferente. Me ha encantado el artículo. Sugue disfrutando del viaje. Te quiere, tu hijita.