"Saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente: tenemos que implementarla."
Johann W. Goethe
Poco a poco, en un goteo que no cesa, mis compañeros de profesión se van jubilando. Tenía a todos bien ubicados en tal o cual instituto pero, de vez en cuando, me encuentro a alguno que, cual planeta expulsado de su órbita, comienza a rondar por otros lares.
¡Ya me he jubilado, José Luis! me dijo hace poco P.O. cuando ambos nos encontramos en Viveros Ordovás comprando plantero para el huerto.
¡Nos hemos hecho "nosecuantos" viajes con el INSERSO, Pueyo! me espetó P.M. el otro día...
...Pues ahora me dedico al golf, me comentó R.I. recientemente.
Están también los que todavía mantienen alguna conexión con su anterior profesión de la que, inevitablemente,van distanciándose de forma progresiva. Algunos más entregados a la familia, ocupándose de los nietos, etc, etc.
Observo que este nuevo estadio nos ha hecho más humanos, más comunicativos. Si ya de por si nuestro trabajo se focalizaba en la ayuda a alumnos, padres y profesores, los conocimientos y la experiencia acumulada a lo largo de tantos años de ejercicio de la profesión, sumados con la sabiduría que proporciona la edad, han dado como resultado un nuevo nivel de comunicación que me resulta muy agradable, muy placentero.
Las trabas asociadas a los horarios, las responsabilidades y el cumplimiento de nuestras obligaciones, han desaparecido. Ahora somos libres y aprovechamos para desplegar de nuevo todo nuestro potencial.
El colectivo de los orientadores vamos agrupándonos de nuevo. Y lo hacemos en torno a la amistad surgida tras muchos años de relación: preparando salidas y excursiones, compartiendo proyectos nuevos y nuevas aficiones y manifestando un interés común por el enriquecimiento de las relaciones interpersonales, la comunicación y todo lo referido a la condición humana.
La jubilación está perfilándose como una estupenda ocasión de disfrutar de manera compartida el gozo de vivir.
Etapa nueva la de la jubilación, donde cada uno emplea la nueva situación según apetencias.
ResponderEliminarLos reencuentros son buenos porque todos nos alegramos de llegar a este estado y contar nuestras andanzas.
Son los buenos resumenes de una buena convivencia.
Que todo siga así.
Saludos, José Luis