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Me agacho para cogerlo y lo despliego. El grafismo redondeado y regular apunta a una mano femenina. La nota ha sido escrita en un fragmento de lo que debió ser una hoja de cuaderno de espiral. El troceado se ha realizado sin mucha delicadeza. Siento que mi corazón se acelera. Pongo ojos de topillo -pues no llevo gafas de ver de cerca- y leo:
- 5 kilos de costillas de cerdo
- Patatas
- 6 de pan
- 1 bote de pimiento rojo
- 2 de tomate frito
- Boquerones
- Papel de baño
- Film trasparente
Mi gozo en un pozo. El sabroso secretillo que yo aventuraba contenía la nota, deviene en algo más cotidiano, más prosaico: la lista de la compra.
Al final, después de la expectación, he leído la carta de Vargas y María de la Sierra,otro día será,un abrazo de Javier
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