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Tenemos en primer lugar los metales, componentes fundamentales de las rocas. Los humanos aprendimos a separarlos y desde la más remota antiguedad los hemos estado elaborando. Sólo de alumnio se han manufacturado más de 500 millones de toneladas métricas desde la Segunda Guerra Mundial.
Pasamos luego a los plásticos distribuidos ampliamente por los ríos y océanos de todo el mundo. . En el año 2015 se produjeron nada menos que 0,3 miles de millones de toneladas métricas.
Continuamos con el hormigón. Es la huella predominante que está dejando la modernidad. En el año 2015 se produjeron más de 20 mil millones de toneladas métricas en todo el mundo, que vienen a acumularse a todo el hormigón producido desde la segunda guerra mundial.
Después tenemos el carbono negro. Producto derivado de la quema de combustibles fósiles, se encuentra suspendido en la atmósfera y cubre rocas y hielo.
El Plutonio 239 y 240. La explosión de más de 500 bombas nucleares desde Hirosima y Nagasaki ha dejado un rastro de isótopos raros por todo el planeta. Dentro de 100.000 años, su desintegración habrá dado lugar a una capa de uranio 235.
El dióxido de carbono. El gas con efecto invernadero que tras la Revolución Industrial fue aumentando gradualmente pero desde la Segunda Guerra Mundial su crecimiento ha sido mucho mayor.
El metano. Gas expulsado por el ganado. Su producción aumentó con la expansión de la agricultura y también con las emisiones derivadas de la producción de gas natural y del deshielo del permafrost.
Óxido nitroso. Los combustibles fósiles y los abonos han incrementado su concentración por encima de los niveles naturales.
¿Qué os parece amigos? Por increíble que parezca, cuando dentro de millones de años las fuerzas tectónicas levanten los estratos acumulados en el suelo los nuevos acantilados dejarán al descubierto una capa distintiva correspondiente al Antropoceno.