Sí, quiero conocer los parajes por los que paseaban los filósofos griegos. Por los lugares en los que encontraban la inspiración para sus cavilaciones, por los sitios donde el razonamiento y el análisis riguroso de premisas y consecuencias elevó a estos prohombres a lo más alto de la historia del pensamiento.
Y quiero, específicamente, seguir la pista a los filósofos que especularon sobre el sol, la tierra, los planetas y nuestra posición en el universo. A los que se devanaban los sesos con mil y una conjeturas sobre el sentido de nuestra existencia.
Tal es el caso de Tales que dio por supuesto que el origen del universo radicaba en el agua, la sustancia a partir de la cual surgieron todos los materiales.O a Demócrito, conocido como el filósofo sonriente que no tuvo ningún problema en imaginar la variedad de mundos que resultarían de un número infinito de átomos.
Llegó incluso a escribir "Algunos mundos no tienen Sol ni Luna, otros son más grandes que el nuestro, en algunos lugares son más numerosos.... Hay mundos desprovistos de criaturas vivientes o plantas o incluso humedad". Estas reflexiones se corresponden en su totalidad con lo que, hasta ahora, se ha ido viendo.
Me encantaría darme un paseo por la isla de Samos y revivir los momentos en que
Aristarco realizó las primeras observaciones reales sobre nuestro planeta, la luna y el sol, llegando a proponer una cosmología centrada en el Sol o heliocéntrica.
O darme una vuelta por Stagira Akanthos y visitar el lugar de nacimiento de Aristóteles. Si pudiera hablar de nuevo con él, le preguntaría por el sentido de la sustancia etérea llamada quintaesencia con la que él postulaba que se formaba el reino celeste. En la actualidad, científicos, astrónomos e investigadores todavía se encuentran la la búsqueda de esa quintaesencia.
Tendría que visitar también Samsat (ya en Turquía) para recrearme en los paisajes de los que disfrutó Luciano de Samosata cuya obra Historia verdadera es precursora de la ciencia ficción moderna ya que en ella cuenta viajes a la Luna y guerras intelestelares...
Y no digamos nada de Pitágoras, Anaximandro, Anaxágoras, Hipatia....
Quiero disfrutar con el descubrimiento de los pensamientos de todos ellos, respirar el ambiente que ellos captaron, profundizar en sus refinadas especulaciones....
Una cuenta pendiente que, en su momento pienso saldar.
¡Saludos!, amigos peripleros.