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sábado, 26 de abril de 2014

La mascota familiar

Tiro de nuevo los dados y en esta jugada, para hoy, me sale: "Atender a la mascota familiar". Bueno, pues a esa tarea dedicaré parte del día.

Tenemos una galga italiana. Es un perro peculiar. Por su condición de galga su carácter es inquieto y nervioso. Por razón de su envergadura puede pasar desapercibida porque es más bien pequeñaja. Es muy familiar pero tímida y reservada con los extraños. Cuando llegamos a casa cualquier miembro de la familia, se deshace en arrumacos, carantoñas y alharacas. Es súper-cariñosa, lo que, de paso, le asegura también nuestro cariño y fidelidad.

Todos los días dedicamos un tiempo a jugar con ella porque necesita canalizar su energía. Ha aprendido varias destrezas, siendo para mí una de las más importantes que es capaz de taparse con una mantita cuando quiere dormir. Otra no menos sobresaliente es que cuando no la hemos sacado a la calle, hace sus necesidades en un rincón del jardín (que luego hay que limpiar). También avisa con la pata cuando ya no tiene agua. Sabe diferenciar hasta cuatro órdenes diferentes:   "Ven, Duna", "sienta", "para atrás" y, últimamente "dame la patita".

Hasta tal punto se ha integrado en la familia, que, a veces, por equivocación, la llamamos por el nombre de alguna de nuestras hijas.

Podéis consultar las características de esta raza en este enlace.

1 comentario:

  1. Precioso perrica, ciertamente que llenan el espacio y su compañía se hace imprescindible, más estos animales de raza galga que siempre han llevado fama de persecución. La tristeza que reflejan te hacen quererlos más.

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