Recordemos que el solsticio de invierno corresponde al instante en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia angular negativa del ecuador celeste. Dependiendo de la correspondencia con el calendario, el evento del solsticio de invierno tiene lugar entre el 20 y el 23 de diciembre todos los años en el hemisferio norte, y entre el 20 y el 23 de junio en el hemisferio sur.
Y con mis compañeros también recordamos la famosa película de Amarcor en la que salía un pasaje donde también se quemaba una hoguera en la plaza del pueblo.
Recurrí a mi memoria y creí recordar que en esa misma película se cantaba la canción a la que hacía referencia al principio: ¡Viva, viva el Santo Eusebio! (aunque yo decía el santo Eugenio).
Total, que me quedé con la copla de cómo sería la canción y en qué película la había escuchado y, naturalmente comencé mi búsqueda por Internet. Inicialmente tecleé "Canción viva viva el Santo Eugenio" y varias fórmulas parecidas siempre con el mismo patrono.
Como el buscador no me devolvía lo que yo le pedía probé con Eusebio y... ¡Voilá! apareció una entrada en la que otro internauta se hacía la misma pregunta que yo.
Tirando de ese hilo enseguida conseguí acceder al fragmento que me interesaba de la película titulada "Per grazia recevuta", que aquí en España, se estrenó con el título de "Las tentaciones de Benedetto". Y no solamente he accedido a las escenas sino que también he podido por vez primera tararear la letra entera escrita en una preciosa lengua italiana.
Y todas estas reflexiones vienen a cuento de cómo está cambiando la forma y manera y las estrategias que utilizamos para recordar las cosas. Antaño me hubiera vuelto loco preguntando a conocidos y amigos por la famosa canción. Sin duda hubiera recurrido a mi amigo Javier, que, en su juventud saboreó la cultura italiana y, probablemente, él me hubiera resuelto la duda. Si no hubiera sido así, habría tenido que continuar mi búsqueda por otros derroteros.
Pero, como es bien sabido, cada vez echamos mano con más frecuencia de la super-memoria en la red. Allí está todo. Sólo es cuestión de saber encontrarlo. Y raramente nos falla. Hasta el punto que hoy mi hija me decía que, a veces, hace búsquedas de canciones en Google poniendo algo así como: "Canción lalalalalá lala lá. Lalalalalá, lala lá" ¡Y encuentra lo que busca!
Sin duda alguna este proceso imparable continuará incrementándose en el futuro. ¿Donde iremos a parar finalmente? ¿Cómo recordarán nuestros descendientes? Un nuevo paradigma evocativo se está abriendo paso con rapidez. Permaneceremos atentos viendo como evoluciona.