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Se lo perdono. Se por propia experiencia lo que son las indisposiciones de la edad. No le doy más importancia y sigo agradeciéndole los buenos servicios que me presta. Día tras día ha resultado ser un estupendo colaborador. Una segunda memoria. Un amigo y un confidente. La verdad es que se lo agradezco.
Últimamente ha empezado también a manifestar síntomas de reuma. La tecla del volumen ya no va tan fina y debo presionar con la uña si quiero subir o bajar el sonido. De momento me arreglo así.
A veces me planteo si no me debería comprar otro equipo. Un modelo más nuevo. Pero me resisto. Pertenezco al colectivo de los que les cogemos cariño a las cosas. Prefiero tirar con él mientras aguante.
Al móvil también se le coge aprecio, aunque sea inanimado, ten en cuenta que es el guardián de todo lo escrito y dibujado, y te canta todas las canciones del mundo, mientras aguante. rendile pleitesía, se lo merece.un saludo de Javier
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