Ya he comentado en otras entradas la fascinación que, desde niño, he sentido por los cohetes. Ese interés inicial se ha ido enriqueciendo al tiempo que iba teniendo acceso a información sobre la exploración espacial y la comprensión del universo.
El advenimiento de Internet ha sido, desde luego, el empujón final para asentar una afición que me acompaña desde hace años y con la que pienso disfrutar muchos años más. Disponer de información de primera mano de las fuentes originales es un auténtico lujazo y no pasa un día sin que alguna novedad me llame de nuevo -poderosamente- la atención.
Ahora ya es posible acceder al calendario de lanzamientos y disfrutar de la transmisión en directo del evento. También me he convertido en un asiduo seguidor de las misiones a Marte, Saturno y, en general, a todo el sistema solar y más allá. Como os podéis imaginar el campo a abordar es amplísimo.
Sin embargo, lo último que he leído sobre los planes de colonización de Marte me ha llamado todavía más la atención. Por lo detallado de los informes y por la cercanía de las fechas si todo va tal como se está planeando.
Y el impulsor de estas iniciativas es el amigo Elon Musk, multimillonario americano propietario de -entre otras empresas- Tesla y Space X que ya ha conseguido la meta de reutilizar la primera etapa de los lanzadores y que para el 2018 quiere enviar dos turistas espaciales a la Luna.
He leído varias veces su informe "Making humans a Multi-Planetary Species" y me he quedado muy sorprendido al ver el nivel de detalle de sus planes. Si todo va según lo previsto para el 2021 es posible que los primeros humanos arriben al planeta rojo. Alucinante.
Asociado al tema de la exploración de nuestro vecindario más cercano está también el tema de la astrobiología. La indagación sobre la posibilidad de que exista vida en otros cuerpos celestes se encuentra ahora en un momento álgido. Aquí también hay un filón interesantísimo a explotar.
Los de mi generación vamos cumpliendo años y nunca podría haber pensado que la contemplación ensimismada del lanzamiento de fuegos artificiales en la plaza del pueblo derivara en una afición que me proporcionara momentos tan excitantes.
Lo importante de tu afición es que disfrutas y ocupas espacio de tiempo, lo gordo es que cada vez las exploraciones del espacio van más avanzadas, para algo nos sirvieron las compras de martinetes en casa Paco de Oliveros.Saludos desde Oporto, José Luis.
ResponderEliminar¡Qué bueno, las martinetas! Ya casi no me acordaba ¡Eres la memoria viviente de nuestros mejores momentos en el pueblo! Bien hecho, Javier
ResponderEliminar