Atención, amigos, mucha atención. Si alguno de vuestros padres está muy malito, e incluso en riesgo de llegar a fallecer, sacad cuanto antes los dineros que puedan tener en el banco y ponedlos a nombre del otro cónyuge y de los hijos como intervinientes o, directamente, guardad ese dinero debajo de una baldosa, no sea que os pase como a mí y a otros muchos ciudadanos de buena fe que vemos cómo nuestros amiguitos los bancos nos hacen el corralito a base de pedirnos más y más documentos para poder operar con el dinero y todo ello con la finalidad oculta -creo yo- de mantener ellos el control de los fondos ajenos en sus entidades.
Para soltar la pasta se agarran a la legalidad como lapas. Para recogerla todo son facilidades. En concreto, cuando falleció mi madre, mi padre, mis sobrinos y yo mismo hemos tenido que pasar por el aro de la burocracia bancaria y, por no haber realizado la gestión que os decía al principio, vernos en la obligación de aportar la siguiente documentación:
- Certificados de defunción
- Certificado de últimas voluntades
- Último testamento otorgado
- Declaración tributaria ante Hacienda en la que aparezcan las cuentas abiertas en la entidad correspondiente
- Justificante de pago, exención o prescripción del impuesto de sociedades
- Justificante de nómina (Por la ley de blanqueo de capitales)
Además hemos tenido que desplazarnos a las sucursales de las entidades para firmar la correspondiente apertura de cuentas en el porcentaje que correspondía a cada uno según la herencia.
Supongo que en el momento que se aperturen las cuentas, tendremos que volver a batallar porque querrán cobrarnos a cada uno de nosotros la comisión de mantenimiento correspondiente aunque no haya movimiento alguno.
No contentos con marearnos de esa forma, nos quieren cobrar los honorarios de la gestoría que ha contratado el banco -sin nuestra autorización, por supuesto- para que realice el análisis del reparto de la herencia.
Así que ya estáis avisados. Proceded como os decía al principio y os evitaréis muchos trámites, pérdida de tiempo y papeleo innecesario. Yo, desde luego ya he aprendido bien la lección.
Cuesta llevar este mundo de normalidad y tasas, viendo cómo los bancos e identidades financieras cobran cuotas de mantenimiento de cartillas porque les " parece bien ", como no hay nadie que les frene los abusos en el momento, hacen de la capa un sayo.Un caso fuerte e impactante fue el de la chica que perdió con Bamkia en las preferentes un montón de dinero, al quedarse sin dinero, no les pudo pagar la hipoteca del piso que tenía concertado con ellos, y se quedaron con el inmueble..., ¡¡¡ tremendo !!!. Se creen los reyes del mambo, pero ya cambiarán, ya...., buen remedio les va a quedar. Un abrazo de Javier.
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