Quizás los de a pie no seamos conscientes de lo que se va cociendo en el espacio. Tan metidos estamos en nuestros afanes diarios que ignoramos los últimos avances y los descubrimientos más recientes que están revolucionando el conocimiento del cosmos.
A mí me gusta darme un paseo -virtual- periódicamente, por las distintas "webs" que informan de los adelantos en la exploración espacial. Y, la verdad, no salgo de mi asombro al comprobar la velocidad con la que llegan los nuevos descubrimientos en el conocimiento del universo.
Los avances más punteros, las novedades más "sabrosonas" nos las proporcionan las sondas espaciales que, desde el lanzamiento del primer Spunik, se han ido enviando camino del cielo.
Ahora ya no nos llama la atención un eclipse solar o una lluvia de estrellas ¡Eso son menudencias! Lo verdaderamente asombroso son las fotografías en alta definición que nos envían los rovers marcianos, el detalle de los lagos alquitranados de Titán o el vertiginoso descubrimiento de nuevos mundos girando alrededor de lejanísimas estrellas.
Y de la misma forma que, al hablar del jardín, detallaba la variedad de plantas que lo pueblan, en esta ocasión me gustaría realizar un breve repaso de las sondas espaciales más relevantes que, ahora mismo, están escudriñando tanto planetas y satélites de nuestro sistema solar como otros mundos situados en los rincones más alejados de nuestra galaxia.
Comenzaré, en primer lugar por el planeta Marte. Los romanos simbolizaron en él el dios de la guerra. Su color rojizo -apreciable a simple vista- siempre nos ha llamado la atención. Ahora mismo,
dos todoterrenos americanos están posados en su superficie. Uno (el Spirit) ya ha dejado de funcionar después de tres años marcianos (equivalentes a seis terrestres) enviando fotografías e información científica de primer orden. Su hermano gemelo,
Opportunity continúa trabajando y obedeciendo las órdenes y los comandos que se le envían desde el equipo de seguimiento de la NASA aquí, en la tierra.
Si todo se desarrolla según lo previsto, para el día 5 ó 6 de agosto de 2012 llegará un nuevo todoterreno ¡de 900 kilos de peso! al planeta rojo: Curiosity, tambien llamado
MSL (Mars Science Laboratory). El
"aterrizaje" será espectacular y, si todo va bien, los avances que se esperan en el conocimiento de la etapa húmeda de marte, también serán sensacionales. Para mí, la noche del aterrizaje será el equivalente de una final Madrid-Barcelona para los aficionados al fútbol.
Tenemos, por otro lado, la exploración de Saturno. Hasta no hace mucho este planeta nos desconcertaba con sus majestuosos anillos. La
misión Cassini-Huygens ha contribuido notablemente al conocimiento pormenorizado del planeta y ¡
sus 62 lunas! Todavía tengo pendiente el reto de aprendérmelas de memoria. Los nombres que les han puesto me parecen preciosos: Epimeteo, Jano, Encelado, Telesto, Rhea, Tetis, Hyperion, Dione... Cada una de ellas es un mundo aparte, con sus características particulares. La nave todavía sigue operativa y enviando magníficas fotografías.
La misión
Dawn (Amanecer) comenzó con el lanzamiento de la nave el 27 de septiembre de 2007. Su objetivo es el estudio de dos protoplanetas (Vesta y Ceres). Dawn ha orbitado alrededor del asteroide Vesta durante nueve meses, desde agosto de 2011 hasta mayo de 2012. En el año 2015 la nave llegará a su otro objetivo, Ceres y seguirá explorando el cinturón de asteroides en una misión extendida utilizando todo el combustible restante. La nave espacial es la primera en poder entrar y dejar de orbitar alrededor de más de un cuerpo, gracias a sus eficientes motores a propulsión iónica. Sólo por la
galería de imágenes de Vesta que nos ha ofrecido, el largo viaje ya ha merecido la pena.
Lanzada el 16 de enero de 2006, a día de hoy, la nave
New Horizons lleva ya 6 años y 4 meses surcando la inmensidad del espacio sideral. En julio de 2015 se producirá el encuentro con Plutón y su luna Caronte. Será la primera vez que un artefacto terrícola tome fotografías y datos científicos de ambos mundos a tan corta distancia. Luego continuará su viaje y entre 2016 y 2020 atravesará por primera vez el
Cinturón de Kuiper. Espero poder disfrutar de ese maravilloso espectáculo cuando llegue a producirse.
El telescopio espacial
Kepler lleva ya descubiertos 61 planetas extrasolares y los expertos que lo operan, en breve decidirán si incorporan 2.321 nuevos candidatos a la lista. Esta nave utiliza una sofisticada tecnología para verificar el tránsito de un objeto por su estrella, de tal modo que sus células fotosensibles detectan y registran esa mínima disminución de brillo en el astro al ser oscurecido parcialmente por el planeta.
En la actualidad, la
NASA opera
96 misiones con distintos objetivos científicos. Otras agencias espaciales como la Agencia Espacial Europea
(ESA), la japonesa
(JAXA) o la india
(ISRO) también desarrollan sus propios programas espaciales. Evidentemente, los chinos
(CNSA) tampoco se quedan atrás y ya han planteado un vasto programa de exploración del espacio. Los rusos
(RFSA), por su parte, después de algunos fracasos y sinsabores, continúan también adelante con sus proyectos de exploración del cosmos.
La aventura espacial continúa su andadura. Los avances son cada vez más significativos y el sector aeroespacial constituye ya un núcleo de desarrollo nacional de primer orden. Los nuevos descubrimientos se suceden mientras las tecnologías se van afianzando. Los humanos queremos saber más de otros mundos y ansiamos viajar a ellos.
Ese afán por saber constituye el núcleo del espíritu aventurero del hombre. Hemos llegado hasta aquí y queremos expandirnos. Primero por nuestro sistema solar. Después por la Vía Láctea, luego... hasta donde alcancen nuestros sueños. Estamos constituidos -literalmente- de polvo de estrellas. A ellas dirigimos nuestras miradas en las cálidas noches del verano. A ellas queremos viajar, siempre a la búsqueda de nuevos retos, de nuevas metas. Buscando, tal vez, un hogar que nos acoja en nuestro incansable peregrinaje.