Para los que somos de tierra adentro, el mar siempre nos ha producido una enorme fascinación. Todavía recuerdo la primera vez que me asomé al Mediterráneo. Gracias a una tía mía que vivía en Barcelona, pude atisbar -ya con catorce años- el límpido horizonte delineado por las mansas aguas del Mare Nostrum.Recuerdo que, según nos íbamos acercando a la ciudad condal, notaba cómo mi piel captaba la humedad en el ambiente, se recreaba en ese entorno vaporoso, se deleitaba experimentando nuevas sensaciones...
Y también recuerdo la extraña sensación de flotar con tanta facilidad en el agua, la ingravidez, el sabor a sal, las miríadas de peces que poblaban las entrañas marinas...
Celebremos hoy el día de la gente del mar. Curtidos en mil y una batallas. Valerosos, pacientes, esforzados y trabajadores. Va por ellos.
- Enlace al IMO (International Maritime Organization)
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